|
EL PORTERO? BUENO, TIENES LA MITAD CIERTA; MUJER ROMPE CON UNA
NUEVA BARRERA DE NUEVA YORK, CARGANDO BOLSAS Y LLAMANDO TAXIS.
The New York Times, Marzo 6, 2003
Unos meses atrás Felicia Estrada estaba en su usual puesto de
trabajo en la puerta del 100 Haven Avenue en Washington Heights
cuando un mensajero entró.
“ Dónde está el portero”? dijo él.
La Sra. Estrada, usando su uniforme azúl oscuro con la dirección del
edifício estampada en el, cruzó sus brazos. “ Mirame”, dijo ella.
El mensajero se fijó de nuevo, incrédulo. “ Tu eres el portero”?
Fué difícil culparlo. Desde siempre que han habído edifícios de
apartamentos en Nueva York, siempre han sido porteros. Parados como
centinelas debajo de los toldos del Upper East Side y más allá, sus
gorras duras y sobre-abrigo letrado son tan parte de la iconografía
de la Ciudad como el edifício Chysler o el Puente de Brooklyn.
Y todavía son ellos la mayoría hombres. Hasta la milícia, la
policía, las casas de bomberos les han abierto las puertas a las
mujeres, el trabajo en la puerta persistentemente resiste cambio. No
parece importar que el trabajo con pagas decente y beneficios y
buenas propinas en las Navidades requiera de unas cuantas
habilidades especiales además de la habilidad de abrir las puertas y
mirar dignamente.
El número exacto de porteras en la Ciudad de Nueva York es un
misterio. John Hamill, un vocero de la local 32B - 32J del Servicio
de Empleados Unión Internacional, pone la cifra de más o menos 100
de 3,000 porteros(as) en la Ciudad. Pero la mayoría de ellos
actualmente son concerjes, que trabajan en el escritorio dentro de
los edifícios, no en la puerta, dijo él. El fué capaz de identificar
solo a tres verdaderas porteras.
Hay, en efecto, tan pocas que de las cuatros porteras entrevistadas
para este artículo creyeron que eran las únicas.
Las personas en la industria hablan sobre ellas como fantásmas. Todo
el mundo conoce alguien que haya visto a una portera, y algunos dice
que realmente ellas no existen. Confrontando con la realidad, los
transeúntes frecuentemente van a mirar dos veces.
La Sra. Estrada, 41, parece que toma un orgullo especial en
confundir las expectativas de las personas. Ella tomó la mitad de su
pago cuando ella dejó su trabajo como agente de cobranza médicinal
en el Hospital de Manhattan para ser una portera siete años atrás, y
no se ha lamentado ni por un minuto, dijo ella.
“Algunas personas me dan actitudes”, Sra. Estrada dijo. “ pero a la
mayoría de las personas les encantan”
Blanca Alonzo ha estado trabajado en la puerta del 514 West End
Avenue por casi 10 años , pero las personas todavía se paran en la
calle y se quedan mirandola.
“Ellos dicen, “ Oh mi Dios –bendígala”! Ella dice. “No lo pueden
creer es una mujer”.
Las porteras dicen que ellas han luchado con el escepticismo de sus
colegas hombre. Usted necesita la fuerza de un hombre para ayudar a
los inquilinos con las pesadas bolsas y resguardarlos de los
intrusos, los hombres dicen. Y tener una mujer en la puerta puede
ofender el sentido de decoro de los inquilinos.
“Los hombres están supuestos a abrirles las puertas a las mujeres,
no lo contrareo”, Jose Peraza, un portero veterano del Upper East
Side en la 225 East 95th Street.
Las porteras se rien de esos asuntos. “ Ellos piensan que las
mujeres son muy delicadas” Sra. Alonzo dijo. “ Pero yo paleo la
nieve, yo cargo tres bolsas en cada mano, yo hago de todo, no es
ningún problema”.
Como por seguridad, la Sra. Estrada mantiene un bate de pelota en el
bestíbulo, por cualquier caso. “ Cualquiera que se meta conmigo va a
tener un golpe con el bate”, ella dijo.
Para el record, ningunos de los porteros y mujeres que fueron
entrevistados para este artículo han tenido problema con intrusos.
Una vez un hombre estaba montando bicicleta en la vía de entrada
fuera de su edifício y comportándose en una forma de ameza, la Sra.
Estarda dijo. Sáquenlo hacia fuera.
La verdadera razón por las que las mujeres no guarnecen en la
puerta, de acuerdo con algunas en las empresa, es que los trabajos
están basados casi siempre exclusivamente por conecciones
personales. Eso tiende a perpetrar el status quo.
“Estos son trabajos muy buenos que los muchachos soportan,” dice Jim
Grossman, como vocero del Realty Advisory Board en las relaciones
laborales, quien negocia contratos laborales en nombre de los
edificios y de sus agentes administrativos. “ Ellos no se retiran
jovénes. En cambio, lo que generalmente viene despacio en cuanto
emplear a una mujer, viene aún más despacio en este caso de contar
con eso.”
Las porteras confirmaron que las conecciones significa todo en sus
negocios. Elizabeth Fonseca, quien trabaja la puerta en el 1225 Park
Avenue en la calle 95th, es la hija del anterior superintendente del
edificio, y ella pasó sus primeros años viviendo allá. Sra. Estrada
era una amiga del super de su edificio. Otras porteras tienen
historias similares.
“Si usted no conoce a alguien o no eres relacionado de la familia,
usted no va tener el trabajo,” dijo Elizabeth Floody, quien tiene
trabajando la puerta por dos meses en el 107 West en la calle 86th,
entre Columbus and Amsterdam Avenue.
Pero algunos dicen el machismo en la industria es más que solo una
cuestión de compañeros empleando a otros compañeros. Panathy Hill,
anteriormente oficial correcional, archivo una demanda nueve años
atrás encontra de numerosos edificios del Upper East Side y sus
compañias administradoras, Douglas Elliman-Gibbons & Ives, diciendo
que la compañia le dijo a ella que solo empleaban a hombres. La Sra.
Hill, que es negra, también a acusado a los edificios y a la firma
por discriminación en contra de ella por su raza. ( Hay algunos
porteros negros en el Upper East Side, de acuerdo a las personas en
la industria, en donde las propinas en las Navidades de los porteros
tienden a ser las más altas.)
De acuerdo con los records de la corte archivados en el caso,
ninguno de los 500 porteros que trabajan en los edificios
administrado por Douglas Elliman ha sido mujer. El caso de la Sra.
Hill esta ahora en un acuerdo de negociaciones y, mediante su
abogada, Madeline Lee Bryer, ella declinó comentar.
En muy difícil decir ya sea que el caso de la Sra. Hill, el cual era
el tópico A
entre los porteros del Upper Side unos años atrás, empujará a la
industria a empezar a emplear más mujeres. Algunas porteras dijeron
que no habían escuchado sobre esto. Pero todas están de acuerdo en
que las mujeres hubiesen empezado a empaparse sobre su trabajo si
ellas supieran como esto era.
“ La mayoria de las mujeres no piensan en esto como algo que le
gustaría hacer,” Sra. Estrada dijo. “ Para mi fue como un paso hacia
atrás. Pero no dejaría esto por mi trabajo anterior. Estoy muy
confortable aqui.”
Es verdad que las oportunidades estan limitadas. Después de 30
meses, las personas de la puerta con local 32B-32J alcanzan su
máximo salario de $16.56 la hora, Sra. Hamill dijo, solo por encima
de $33,000 al año. Las propinas de las Navidades pueden añadir otros
$5,000 o más de eso. Pero los beneficio de la salud y pensión son
buenas, y hay mucha seguridad en el trabajo, el añadio.
Lo más importante, algunas porteras dijeron, es la ausencia total de
estrés, y el sentimiento de calor y amistad en sus edifícios.
“Este trabajo es el segundo hogar para mi y para mi familia,” Sra.
Alonzo dijo.
Una immigrante del Ecuador, Sra. Alonzo aprendío Inglés en su
trabajo con la ayuda de los residentes del edifício. Ella ha visto
los hijos de los residentes crecer, y ella es confiada por los
adultos para vigilarlos, pasea los perros de los inquilinos, parquea
carros y riego las plantas. Sus dos hijos más adultos han sido
niñeros de los niños en el edificio, Sra. Alonzo dijo.
La única cuestión desventajosa que la Sra. Estrada pudo señalar fue
la vestimenta. Esos trajes duros y gorras no son ideales para la
mujer.
“Algunas mujeres son apagadas por el uniforme,’ Sra. Estrada dijo. “
Pero tu puedes adjustar la moda para que te acomode. Tengo el mio
hecho con un sastre, y la única cosa que le falta es el poliester y
esa raya que va hacia abajo de los lados de los pantalones.”
<< Volver a Historias Nuevas
|
|